Marxismo vs neoliberalismo
El Partido Comunista reivindica el marxismo frente al neoliberalismo
Ante la actual crisis del sistema económico financiero y sus efectos sociales, el Comité Federal demandó que la izquierda debe tener una concepción propia de la economía y reivindicó el "marxismo frente al neoliberalismo".
De los 16,8 millones de trabajadores existentes en el mercado laboral, sólo el 50% dispone de la protección de un convenio colectivo (8,3 millones), de los cuales un 25% no posee cláusula de revisión salarial (2,1 millones) y por lo tanto no verán actualizadas sus rentas con respecto al IPC alcanzado en 2007. El resto de trabajadores (8,5 millones) no se benefician de la negociación colectiva y por consiguiente no podrán recuperar poder adquisitivo alguno. En consecuencia, más del 62% de los trabajadores y trabajadoras sufrirán un retroceso importante en sus salarios.
Desde el año 1999 los beneficios se han aumentado en más de un 70%, mientras que el salario medio ha perdido un 4% de poder adquisitivo.
Por todo ello, el PCE reclama fuertes subidas salariales para el presente año con el objetivo de recuperar para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras, el poder adquisitivo perdido.
El Comité Federal aprobó una resolución que incluye la exigencia al gobierno de Zapatero de tomar medidas inmediatas para controlar la escandalosa subida de precios de los productos de primera necesidad e insta al Gobierno del PSOE a una intervención directa y urgente con la aplicación de medidas efectivas que corrijan esta deriva inflacionista.
También se aprobaron resoluciones contra el Canon Digital, por la dignidad del Hospital Severo, por la Sanidad Pública y por la apuesta de los comunistas por IU en las próximas elecciones generales.
El Informe del Comité Federal celebrado el pasado 2 de febrero, en pleno cierre de MO, se centró en la profunda crisis del conjunto del sistema político financiero, tanto en el plano internacional como nacional, en la pérdida del poder adquisitivo que sufre la clase trabajadora y en las engañosas promesas de rebaja fiscal y otras promesas electoral clientelistas. El otro punto fundamental fue serguir avanzando en que IU sea un verdadero proyecto de izquierda alternativa.
Lo que ocurre en la franja de Gaza es la continuación de la política imperialista y criminal de EEUU e Israel, seguida por una Unión Europea cobarde y servil políticamente y subordinada a los mismos intereses de dominio territorial y económico. Desde la llegada al gobierno del PSOE en este país se han terminado las protestas y movilizaciones contra la guerra, por la paz y en solidaridad con el pueblo palestino. Algún cínico incluso es capaz de decir que Israel bombardea, mata y bloquea porque le tiran cohetes artesanales, que en 3 años han matado 3 israelíes, mientras que en una sola semana Israel ha asesinado a decenas de palestinos, niños incluidos.
Es necesario hacer todo lo que esté en nuestras manos para reactivar el movimiento contra la guerra y en solidaridad de Palestina.
Continuando anteriores análisis, lo que acontece hoy en el sistema financiero y económico, es la consecuencia de las políticas neoliberales que dejan en exclusiva al mercado el control y desarrollo de la economía, eliminando incluso las cautelas que el propio capitalismo había introducido en éste, para evitar crisis y derrumbes incontrolables. La situación económica y financiera se caracteriza por lo siguiente:
Hay una crisis profunda del conjunto del sistema económico financiero. La expresión bolsística de esa crisis es lo más vistoso, pero no lo más importante, con serlo ya de por sí.
La crisis es de fondo y afecta a un sistema económico-financiero fundamentado en gran parte en la especulación, el beneficio rápido y fácil y la creación de bienes y servicios parasitarios no necesarios para un desarrollo más armónico de la economía (que para eso debe servir la economía) que favorezca a todos los pueblos y personas, sin abrir nuevas brechas sociales, o profundizar las ya existentes.
La Bolsa refleja la distancia que hay entre la economía real (producción y servicios) y su valor, y la economía financiera sobrevalorada en función de la especulación. De la crisis actual, que el sistema solventará sin llegar a un crack, quedarán muchos cadáveres por el camino (personas y empresas), se fortalecerán grupos financieros, ya sólidos, que actúan como depredadores en la crisis y que se aprovechan de las "gangas" (compras baratas de acciones), como dicen en su argot de casino y de mafia, y nacerán nuevos grupos especuladores. El dinero reencontrará su camino y los graves problemas económicos y sociales que afectan al mundo actual se estancarán. Los empresarios, políticos e intelectuales de Davos ya han dado su veredicto: va para largo.
El caso más paradigmático de esta crisis es el de las hipotecas-basura (o subprime) de los EEUU, pero no es el único. Este caso, como otros parecidos, contamina todo el sistema financiero en la medida que los bancos prestan por 1000 y valoran en el mercado por 1500 ó 2000, a través de convertir el valor de las hipotecas de sus clientes en títulos que se venden en el sistema financiero. Entidades bancarias de todo el mundo, también españolas, se han visto atrapados en esta crisis.
En los EEUU ha saltado por los aires la ingeniería financiera contable montada desde 2003, después de la crisis de los valores tecnológicos que anteriormente se habían inflado.
EEUU da liquidez a su sistema económico de 2 formas: recogiendo el ahorro del mundo y con una balanza de pagos por cuenta corriente absolutamente deficitaria.
Para poner un ejemplo, Bush destina unos 145.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis, mientras que la guerra de Iraq se lleva cada año más de 300.000 millones. En Iraq, pozo negro para la economía mundial, los negocios privados, casi todos de EEUU, ganan mucho dinero, mientras se extiende en Iraq y en
EEUU un principio de ruina social colectiva.
Para hacer frente a esta situación el dinero barato en créditos e hipotecas permite consumir por encima de las posibilidades de mucha gente.
Como hay necesidad de vivienda por parte de las rentas más bajas, se recurre a la hipoteca, cuando ésta no se puede pagar se produce el derrumbe. Es, en conjunto, el endeudamiento de las empresas y de las familias el que causa la actual crisis. Pero lo fundamental no es la expresión de esta crisis, sino la falta de una economía (en EUU y en el mundo) que se fundamente en la planificación democrática de las necesidades objetivas de las sociedades actuales y en una actuación consecuente.
Esta crisis pone de relieve la debilidad del sistema económico y político imperialista. Si China especulara con sus bonos norteamericanos, si la India hiciera algo parecido y la Unión Europea actuara con otras concepciones económicas más democráticas, EEUU y todo su sistema de valores se tendría que adecuar a una nueva realidad o se hundiría.
En España, pasa exactamente lo mismo. La economía real es más débil, los bancos españoles están afectados. El "barco más seguro" "economía de primera división", según Zapatero, están en el mismo temporal económico-financiero que los demás buques
Todo ello se expresa en una balanza de pagos por cuenta corriente deficitaria en alto volumen para España. En la debilidad industrial estructural. En la dependencia del ladrillo, que ahora pasa factura, con un sector inmobiliario (unas 40.000 empresas) que deben unos 280.000 millones de euros, lo que equivale a una cuarta parte del PIB.
Desaparecen empresas y puestos de trabajo. Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria más de 8.000 negocios han cerrado. En el sector de la vivienda, el gobierno debe aprovechar el momento para crear un sector público. No puede aceptarse que se reflote el negocio privado con dinero público sin contrapartidas.
Hay una verdadera ofensiva contra los impuestos y una acusada tendencia a la privatización de los servicios públicos (del sector empresarial público ya queda poco en manos del estado).
Se intenta avanzar más en la "flexibilidad" del mercado de trabajo. La CEOE ya pide más despidos colectivos sin premiso previo.
Salarios más bajos por dos vías: en términos salariales concretos y por la carestía de la vida que golpea a las rentas más bajas con especial dureza con un IPC real basado en el consumo cotidiano necesario. Y siguen las promesas: además del cheque-bébé, de los 220 euros de vivienda, ahora 400 euros menos en el IRPF (para todo el mundo que cotice, Botín incluido). Se anuncia la creación de una política fiscal contra el fraude (¿Qué se ha hecho en los últimos 4 años?) y también sanciones más efectivas contra la discriminación en el trabajo por razón de sexo (¿tampoco se había visto que existía los últimos 4 años?)
El gobierno ha entrado en una espiral de promesas y compromisos electorales que debemos calificar, sin ninguna duda, de clientelismo caciquil. El PP, al que se le debería suponer el paladín de esa política clientelar por la historia de la derecha, sigue el mismo sendero, acentuando aún más la oferta clientelar y, sobre todo, la reducción del papel del Estado en el diseño de una cierta planificación a través de los presupuestos, reduciendo impuestos, que luego impedirá la inversión en servicios e infraestructuras públicas, y continuando la privatización de sanidad y enseñanza, en la que el Madrid de Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón es un ejemplo que pone, aún más de relieve, la sentencia sobre el Hospital de Leganés, en la que el PP apuesta contra el sistema sanitario público, además de mostrar su verdadera faz reaccionaria en asuntos tan delicados como el derecho a morir dignamente. Las políticas del gobierno en aborto, educación, canon, privatización de servicios…, tampoco van en la línea de fundamentar y consolidar un sistema socioeconómico, político y cultural más democrático y justo para la mayoría de la sociedad.
La situación del poder judicial exige también una profunda reforma democrática que impida su paralización por intereses partidistas que nada tienen que ver con la aplicación de la justicia.
Es necesario articular una acción sobre la base de las propuestas que en el PCE hemos ido articulando y proponiendo en los últimos años, el papel, "un programa de izquierdas para una sociedad más justa, sostenible y democrática" y el programa que IU ha aprobado en su último consejo, fruto de la elaboración de sus áreas.
El PCE debe activar todas sus relaciones con el movimiento sindical y con el conjunto de movimientos alternativos, defendiendo la presencia de la izquierda sindical y política con voz propia en una crisis en la que esa izquierda no está presente con propuestas que signifiquen una verdadera alternativa de cambio, algo que sin ser exclusivo de aquí, se da aquí con mayor fuerza. Reunir, organizar e impulsar el trabajo de los militantes del partido en el movimiento sindical, coordinando su actuación.
En la última reunión de la Izquierda Europea, se aprobó un relanzamiento de actividades, movilizaciones y propuestas que van contra el Tratado de Lisboa, contra la inestabilidad laboral y social, por la puesta en marcha de un programa político común para las próximas elecciones europeas. En Europa hay un espacio para la izquierda (Die Linke acaba de entrar en los parlamentos de Hessen y Baja Sajonia, en la antigua Alemania federal, por primera vez).
