COMUNICADO ANTE EL ATENTADO A LA REDACCIÓN DE CHARLIE HEBDO:
COMUNICADO DE LA JUVENTUD COMUNISTA ANTE EL ATENTADO A LA REDACCIÓN DE CHARLIE HEBDO:
Ante el atentado contra las/os trabajadoras/es de la revista satírica Charlie Hebdo, queremos en primer lugar, transmitir nuestra solidaridad con las familias de las victimas y en general con pueblo francés por el brutal ataque, dirigido no solo contra sus ciudadanos y ciudadanas, sino contra la libertad de expresión, y que ha sido llevado a cabo por militantes o seguidores de grupos islamistas radicales.
Estos grupos islamistas radicales, que NO representan al Islam ni a las/os musulmanes, son un “monstruo” creado y/o apoyado por EEUU, la UE y la OTAN desde hace décadas con el único fin de derrocar gobiernos legítimos, así como generar un clima de enfrentamiento basado en la doctrina del “choque de civilizaciones” que le permite no solo acabar con gobiernos laicos y/o anti-imperialistas que se opongan a sus planes, sino también generar un estado de terror entre su propia población que justifique un aumento de medidas represivas y restricciones a las libertades.
Este monstruo, que toma diversas formas, sea Al-qaeda, Estado Islámico, o pequeñas milicias y grupos mercenarios, en este caso se vuelve contra sus ciudadanos/as, con el consiguiente coste en vidas humanas inocentes. No podemos olvidar que el estado francés apoyó logística, militar y económicamente a organizaciones islamistas radicales en Libia con el fin de derrocar al gobierno de Gadafi y hace lo mismo hoy por hoy en Siria.
Es la naturaleza del capitalismo y el imperialismo la que fundamentan la necesidad de estos grupos, la necesidad de dominar y someter mediante la violencia, la ignorancia y el miedo a las/os trabajadoras/es y estudiantes en el medio oriente y el magreb, la necesidad de justificar guerras de rapiña, la necesidad de generar una reacción igual de radical como es la del fascismo, racismo, islamofobia, para dividir a la clase trabajadora, etc.
Nuestras condolencias a las familias de las víctimas.
Nuestra condena y nuestro máximo desprecio tanto los asesinos como al sistema que los patrocina.