NO AL TAV. NO A LA REPRESION

 
 
Desde Gazte Komunistak queremos condenar enérgicamente la desproporcionada actuación represiva llevada a cabo por la ertzaintza el pasado sábado 17 en Urbina contra los ciudadanos que en ejercicio legítimo de sus derechos se manifestaban pacíficamente contra el macroproyecto del AHT-TAV. Esta actuación no hace sino dejar en evidencia el nerviosismo latente en determinados círculos económicos y gubernamentales ante la amplitud y el eco que ha alcanzado el movimiento popular de oposición a tal infraestructura. Frente a las alternativas, solo son capaces de ofrecer policía y represión injustificada y gratuita.

Asimismo, queremos aprovechar para volver a posicionarnos una vez mas contra el modelo de transporte que se esconde tras las obras faraónicas de un proyecto que solo beneficia a unos pocos y perjudica a toda la sociedad vasca que verá destrozados kilómetros y kilómetros de espacios naturales.

 

De esta manera, tanto el Gobierno Vasco como el Gobierno del estado español y la Unión Europea, certifican su compromiso con el negocio del ladrillo construyendo una infraestructura cuyo coste, tanto económico como medioambiental es enorme, para el simple ahorro de unos minutos en los traslados entre las 3 capitales, ignorando además las alternativas al problema del transporte que desde ámbitos populares se han elaborado hace ya muchísimo tiempo.

 

Gazte Komunistak rechaza la unilateralidad de las decisiones por parte de las administraciones que, haciendo oídos sordos a las movilizaciones que se alargan ya por mas de dos años, y tras el escudo de criminalizar a todo el movimiento anti-TAV relacionándolo con ETA y la Izquierda Abertzale, está colaborando en la construcción de un transporte absolutamente antisocial, que lejos de conectarnos más velozmente con el resto del estado y el Eje Atlántico Europeo-no hay kilometraje suficiente para alcanzar las velocidades que se estipulan con el consiguiente gasto ingente de energía- supondrá una inversión que sin ningún beneficio aparente, tendrá que soportar la sociedad vasca.

 

Por todo ello, Gazte Komunistak, exige:

 

1-      La paralización inmediata de las obras del TAV en Euskadi.

2-  La apertura de un debate social que clarifique el modelo de transporte que queremos, dando pie a la participación de otros modelos alternativos

3- La celebración de un referéndum sobre el modelo de conexión ferroviaria que se quiere, de la misma manera que se ha realizado en Francia.