Para que sus nombres no se borren... (Parte IV)

Nadezhda Krupskaya y Clara Campoamor

Nadezhda Krupskaya

Nadezhda Krupskaya, nació en San Petersburgo en 1869, y murió en Moscú en 1939. Fue la esposa del revolucionario bolchevique Vladimir Illich Ulianov, Lenin, además de una reconocida figura del Partido Comunista Ruso. Fue la responsable de la creación del sistema educativo soviético y pionero del desarrollo de las bibliotecas rusas.

Comisaria de Educación y Secretaria del Comité Central del Partido Bolchevique, acabó la enseñanza secundaria en 1887 y en 1890 mientras estudiaba en el Colegio de Mujeres de su ciudad se convirtió en miembro del Círculo Marxista. De 1891 a 1896 se dedicó a propagar sus ideas revolucionarias en la escuela para obreros.

Conoció a Vladimir Lenin en 1894 y más tarde contrajeron matrimonio. Juntos formaron parte de la organización de la Revolución rusa. En agosto de 1896 fue arrestada y llevada junto a Lenin a su exilio, en un primer momento en Shushenskoye y más tarde en Ufa. En esa época escribió su primer libro “La Mujer Trabajadora”. De 1901 a 1905 vivió junto a Lenin en Alemania, Gran Bretaña y Suiza participando activamente en el movimiento revolucionario y publicando Iskra y Vperyod. A su regreso a Rusia en noviembre de 1905 trabajó como Secretaria del Comité Central del Partido Bolchevique. De 1907 a 1917 de nuevo vivió en el exilio junto a Lenin interesándose en esta época por la educación popular en Rusia y en los países occidentales europeos. Fue miembro de la Sociedad Pedagógica Pestalozzi en Suiza y de los Museos Pedagógicos de Friburgo y Berna escribiendo en este momento una de sus mejores obras: “Gente, Educación y Democracia”.

Con la llegada al poder del Partido Bolchevique en Rusia en 1917 fue nombrada Comisaria de Educación tomando entonces parte activa en la preparación de las leyes educativas, en las actividades encaminadas a luchar contra el analfabetismo, en la organización del sistema de escuelas ruso y en el establecimiento de fundaciones culturales para conseguir una sociedad nueva.

Dedicó mucho tiempo al mundo de la Biblioteconomía siendo además una experta conocedora de la Bibliografía rusa y de las Bibliotecas de la Europa Occidental mostrando, por otro lado, especial interés en las bibliotecas norteamericanas. Tomó parte en la redacción de la legislación sobre bibliotecas rusas incluido el Decreto sobre la Centralización de las mismas. Las conferencias y reuniones más significativas realizadas en el campo de la Bibliotecaeconomía fueron realizadas bajo su supervisión. Krupskaya dio múltiples conferencias sobre la distribución de libros, los problemas en el campo de la ciencia bibliotecaria o la Biblioteconomía, escribiendo además numerosos artículos sobre estos temas. Por último, no se puede olvidar, que también elaboró los principios fundamentales de la Ciencia Bibliotecaria en Rusia, que serían la base del modelo soviético de las bibliotecas en el Siglo XX.

Según este modelo, las bibliotecas tendrían una función cultural-pedagógica importante para con sus usuarios, es decir, el bibliotecario sería un tutor que elaboraba catálogos de carácter educativo. La Biblioteconomía soviética se asentaba sobre principios marxistas-leninistas, hecho que se aplicaría con una presencia masiva de obras de ciencias sociales, especialmente en el campo de las ciencias morales, y teniendo como eje vertebrador al Partido Comunista. La  organización de las bibliotecas se basaba en la clasificación decimal BBK o CBL, iniciándose las tareas de su elaboración en 1922, y siendo terminada en 1959.

Clara Campoamor

Nace en Madrid en 1888 y muere en Lausana en 1972. Política española, pionera de la militancia feminista. Procedente de una familia modesta, estudió la carrera de Derecho al mismo tiempo que trabajaba, y se licenció en la Universidad de Madrid en 1924. Al tiempo que ejercía su actividad como abogada, sus inquietudes políticas le llevaron a aproximarse a los socialistas y a fundar una Asociación Femenina Universitaria.

Con el advenimiento de la Segunda República (1931), obtuvo un escaño de diputada por Madrid en las listas del Partido Radical. Formó parte de la Comisión constitucional, destacando en la discusión que condujo a aprobar el artículo 36, que reconocía por vez primera el derecho de voto a las mujeres.

Los gobiernos de la República le confiaron otros cargos de responsabilidad, como la vicepresidencia de la Comisión de Trabajo, la dirección general de Beneficencia, la participación en la comisión que preparó la reforma del Código Civil o la presencia en la delegación española ante la Sociedad de Naciones. También fundó una organización llamada Unión Republicana Femenina.

No consiguió renovar su acta de diputada en las elecciones de 1933. Y abandonó España en 1938, ante la inminente victoria del alzamiento de los militares reaccionarios; el subsiguiente régimen de Franco no le permitió regresar al país, de manera que permaneció exiliada, primero en Argentina, y, desde 1955 hasta su muerte, en Suiza.

Clara Campoamor fue una gran valedora de la igualdad de derechos de la mujer, en cuya defensa publicó numerosos escritos (como El derecho femenino en España en 1936, o La situación jurídica de la mujer española de 1938).