FUERA LAS CASAS DE APUESTAS DE NUESTROS BARRIOS
Por un ocio alternativo:
¡Fuera las casas de apuestas de nuestros barrios!
La apertura de casas de apuestas en nuestro país se viene desarrollando desde 2008, la ley de Juego española de 2011 abre el mercado para apuestas deportivas y el poker online, abriéndose de esta manera un enorme mercado. Pero en estos útlimos años es cuando se está dando un verdadero desembarco de estos establecimientos en los barrios con menos renta. Valga como ejemplo el de Madrid, donde el número de este tipo de locales ha aumentado un 140% en los distritos cuyos ingresos no superan los 25000€ de renta media anual.
Con una estrategia de publicidad agresiva, donde grandes estrellas mediáticas del deporte, en muchos casos ejemplos a seguir para la juventud, aparecen en sus anuncios vendiendo una forma rápida, divertida y arriesgada de ganar grandes sumas de dinero. Su publicidad se mezcla en las retransmisiones deportivas y sus grandes firmas tienen presencia en las arterías de los barrios donde se asientan. Además en muchas de ellas tienen reclamos como permitir fumar dentro o regalar cerveza, convirtiéndose en centro de socialización igual que los bares.
No es extraño que en los barrios y localidades donde menos renta hay, sea donde las políticas neoliberales más efectos negativos causen a través de las casas de apuestas. Estas afectan especialmente a la juventud, donde la falta de expectativas y de un futuro estable es el caldo de cultivo perfecto para dosis rápidas de adrenalina donde conseguir dinero sin esfuerzo. De otra manera, alcanzar el “éxito” social a través de objetos y mercancías que vende la publicidad sería imposible. Se tienta a la juventud trabajadora, que normalmente no puede acceder a un trabajo estable dado el enorme paro crónico, a que arriesguen sus rentas ganadas en trabajos precarios o lo que puedan sacar del núcleo familiar.
Desde la Juventud Comunista denunciamos la responsabilidad de los grupos que manejan televisiones y radio donde cabe la publicidad de estos lugares. También la responsabilidad social de equipos de fútbol y estrellas públicas, en general, que los patrocinan.
No podemos permitir que se venda falsamente un futuro de “éxito” y riqueza. Que proponga salidas individuales a un sistema injusto, y que estas salidas no sean más que una excusa para abrir un nicho de mercado en que el extraer sus escasas rentas a los sectores más precarios para hundirlos en un pozo de miseria.
Desde la Juventud Comunista exigimos y promoveremos la prohibición del juego y las apuestas que tantas falsas ilusiones y miseria nos traen a las capas populares. Exigimos modelos de ocio y espacios de socialización gestionados directamente por la juventud donde podamos desarrollar un ocio sano, que potencie el conocimiento, el deporte y las artes.
¡Fuera las casas de apuestas de nuestros barrios!