Durante la manifestación de ayer 23 de febrero de 2013 fueron detenidas 45 personas en Madrid, de entre las cuales 9 eran menores de edad. Son personas cuya acción se limitaba a protestar contra un sistema cada días más decadente. No hay justificación jurídica posible para esta estrategia de actuación policial y judicial abusiva y desmesurada, que sí tiene sin embargo una evidente motivación política. Recordando el caso de Alfon, quizá el más grave de los últimos tiempos, se suman los casos diarios de identificaciones arbitrarias; las infiltraciones de la Policía en las organizaciones políticas y sindicales, los movimientos sociales...